¿Existen prerrequisitos para la comunicación?
Desde que nacemos, estamos expuestxs a diferentes situaciones comunicativas: llorar cuando tenemos hambre, llevar de la mano cuando queremos coger algo que no alcanzamos, reír a carcajadas…
Actualmente nos seguimos encontrando con barreras en las que «se necesita» cumplir una serie de características esenciales. Entender símbolos, contar con un adecuado nivel de comprensión del lenguaje o tener una capacidad cognitiva mínima. Pero… realmente es necesario?
Seguimos restringiendo la comunicación a funciones básicas como pedir o rechazar, y restamos de muchas oportunidades, como expresar opiniones o sentimientos, hacer comentarios o compartir experiencias personales, entre otras muchas más funciones que existen en la comunicación.
Asumir competencia debería ser nuestro primer objetivo como terapeutas a la hora de trabajar con cualquier persona con desafíos en la comunicación. No importa el diagnóstico, no importa la edad.
La comunicación es un derecho que debe ser respetado y cumplido por todxs y para todxs. Así que, ¿le damos la oportunidad a nuestrxs niñxs para comenzar a comunicarse, o esperamos mientras lxs preparamos para ello?